Cuando juntamos estos dos términos, a veces resulta indiferente a la sociedad, pero vemos que cada vez más se acelera el crecimiento de la población en las principales ciudades, estamos creciendo año tras año a velocidades descomunales que podrían casi duplicar la población del planeta a mediados del siglo próximo. El agotamiento de los recursos naturales, la contaminación actual de las ciudades, la pésima conciencia de los países y la falta de políticas para bajar las cifras de contaminación, hacen que en este momento el sector de la construcción piense más sobre una arquitectura nueva, renovada y sobre todo amigable con el medio ambiente.
Teniendo en cuenta que la construcción es una de las actividades más consumidoras de recursos naturales como la madera, los minerales, el agua y la energía. Igualmente, este sector continúa siendo causa directa de contaminación porque una vez construida la edificación producen emisiones, impacto sobre el territorio actual, y así, crea un entorno pesado y denso al medio donde habitamos.
Dentro de los factores de reducción del impacto ambiental en una construcción sostenible, podemos decir que pueden venir desde un planeamiento o diseño urbano más eficiente, una reducción de las demandas en el transporte, ahorro del agua, ahorro energético, un tratamiento adecuado de los desechos de construcción, una mejora del clima en el interior del edificio, un mantenimiento apropiado o rehabilitación de las viviendas existentes y una utilización de nuevos materiales constructivos, para con ello, tener en cuenta el concepto de sostenibilidad mucho más claro para hacer que estos impactos ambientales disminuyan.
Cuando nos referimos a construcción sostenible, estamos hablando de una arquitectura futurista porque para allá vamos, “esto es el futuro inmediato” y este sector de la construcción tiene un papel fundamental para disminuir el agotamiento de los recursos del planeta.
Las edificaciones a lo largo de su construcción, el uso determinado y finalmente la demolición, transmiten un gran impacto ambiental en el ambiente global, las edificaciones son los responsables de más o menos 50% de energía utilizada y de las emisiones de CO2 a la atmosfera. La bioclimática de las edificaciones juega un papel fundamental porque en el ambiente interior del edificio hay factores de contaminación que desde el confort generan riesgos en la salud de los individuos que la habitan. Dentro del contexto y el marco mundial podemos ver que hay unos recursos que son invaluables que finalmente los estamos agotando por el aumento de la población mundial, en estos recursos vemos el equilibrio que hay para que todo vuelva y se mantenga (recursos renovables) pero al final vemos que la misma aceleración de la humanidad está rompiendo los ciclos de vida de las fuentes de materiales y está generando cada día más preocupación mundial acerca de la contaminación que generan los ritmos de vida teniendo en cuenta que estamos en un mundo capitalista y sobre todo consumista con constantes cambios de vida, y así, vemos surgir nuevas necesidades para satisfacer las sociedades actuales.
La transformación del medio natural para resguardar las actividades de las necesidades humanas es uno de los propósitos de la arquitectura, así que la progresiva urbanización de la población y las modificaciones del suelo como la minería y demás, generaran un incremento de los riesgos asociados a las amenazas naturales, y así ver más comunes los terremotos, huracanes, tornados, fenómenos naturales, etc. Simplemente se incrementan puesto que los ecosistemas de la biosfera están cada vez más saturados de sistemas artificiales por lo cual pierde el efecto de reducir la capacidad de autorregulación y asimilación.
La reducción del consumo de materias primas proveniente de recursos no renovables, implica una aceleración de consumo en materiales provenientes de los recursos renovables y de procesos de reciclado, esto se busca para lograr un balance adecuado entre las características ambientales y culturales, las necesidades de seguridad y confort, y la reducción de la energía incorporada en materiales, componentes, productos y procesos.
Como conclusión, la experiencia de los últimos veinte años ha demostrado que no resulta fácil cambiar el sistema de construcción de los edificios y su funcionamiento, ya que para lograr una construcción sostenible debe romperse con la rutina y los malos hábitos adquiridos por décadas de derroche de los recursos naturales, deberá cambiarse la mentalidad de la industria y de las estrategias económicas con la finalidad de que den prioridad al reciclaje ante la tendencia tradicional de la extracción de materias naturales, así mismo fomentar la utilización de sistemas constructivos y energéticos en base a productos y energías renovables y más en este entorno cuando la humanidad toma conciencia de la importancia, cada día más evidente, de que los aspectos medioambientales tendrán consecuencias muy importantes en las principales opciones del proceso constructivo.
Javier S.
Interesante lo que escriben, debemos hacer que las construcciones sean aún más verdes en todo sentido y no distorsionar el término sostenible…